Estamos a puntito de conseguir tener en repertorio 300 canciones, que se dice bien (y se cantan mejor).
Cuando consigamos esa cifra, estamos barajando la posibilidad de intentar el reto de interpretarlas todas seguidas. Sería un día especialmente escogido.
Interpretarlas todas supondría aproximadamente 21 horas ininterrumpidas cantando y tocando, y con la peculiaridad de que (como sabéis), no utilizamos ni atril, ni partituras, ni papeles, ni chuletas (chuletones sí!). Todo va en la mollera.
Ya os contaremos como va el asunto.